
La apendicitis es una afección médica común que ocurre cuando el apéndice, una pequeña bolsa adherida al ciego (el comienzo del intestino grueso), se inflama.
La apendicitis aguda es la enfermedad quirúrgica más frecuente en los servicios de cirugía y ocupa el primer lugar en las intervenciones quirúrgicas de abdomen agudo.
Aunque pueda parecer un problema menor, la apendicitis no tratada puede provocar complicaciones graves. Comprender las causas, los síntomas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento de la apendicitis es fundamental para una intervención oportuna y una recuperación exitosa.
Causas de la Apendicitis
- Obstrucción: por materia fecal, objetos extraños o ganglios linfáticos agrandados, lo que provoca un crecimiento excesivo de bacterias e inflamación.
- Infección: infecciones bacterianas en el tracto gastrointestinal pueden extenderse al apéndice y causar inflamación.
- Inflamación: afecciones inflamatorias como la enfermedad de Crohn pueden desencadenar apendicitis.
- Trauma: el trauma físico en el abdomen puede provocar inflamación del apéndice.
Fases de la apendicitis
- Apendicitis Congestiva o Catarral: obstrucción del lumen apendicular se acumula la secreción mucosa y agudamente distiende el lumen. El aumento de la presión intraluminal produce una obstrucción venosa, acúmulo de bacterias y reacción del tejido linfoide, que produce un exudado plasmoleucocitario denso que va infiltrando las capas superficiales. Todo esto macroscópicamente se traduce en edema y congestión de la serosa y se llama apendicitis congestiva o catarral.
- Apendicitis Flemonosa o Supurativa: mucosa comienza a presentar pequeñas ulceraciones o es completamente destruida siendo invadida por enterobacterias, coleccionándose un exudado mucopurulanto en la luz y una infiltración de leucocitos neutrófilos y eosinófilos en todas las túnicas incluyendo la serosa, que se muestra intensamente congestiva, edematosa, de coloración rojiza y con exudado fibrino-purulento en su superficie (Lámina 5:1); si bien aún no hay perforación de la pared apendicular, se produce difusion del contenido mucopurulento intraluminal hacia la cavidad libre.
- Apendicitis Gangrenosa o Necrótica: cuando el proceso flemonoso es muy intenso, la congestión y rémora local y la distensión del órgano producen anoxia de los tejidos, a ello se agrega la mayor virulencia de las bacterias y a su vez el aumento de la flora anaeróbica, que llevan a una necrobiosis total. La superficie del apéndice presenta áreas de color púrpura, verde gris o rojo oscuro, con microperforaciones, aumenta el líquido peritoneal, que puede ser tenuamente purulento con un olor fecaloideo.
- Apendicitis Perforada: cuando las perforaciones pequeñas se hacen más grandes, generalmente en el borde antimesentérico y adyacente a un fecalito, el líquido peritoneal se hace francamente purulento y de olor fétido, en este momento estamos ante la perforación del apéndice.
Síntomas
- Dolor abdominal: generalmente comienza cerca del ombligo y migra al lado inferior derecho del abdomen.
- Pérdida de apetito: es común una disminución del deseo de comer debido a la inflamación.
- Náuseas y vómitos: la irritación del sistema digestivo puede provocar náuseas y vómitos.
- Fiebre: una fiebre leve suele acompañar a la afección.
- Cambio en los hábitos intestinales: puede producirse estreñimiento o diarrea como resultado de que el apéndice inflamado afecte el intestino cercano.
Diagnóstico
- Historial médico y examen físico: el médico preguntará sobre los síntomas y realizará un examen físico, incluidas pruebas como la prueba de dolor de rebote.
- Análisis de sangre: un recuento elevado de glóbulos blancos indica infección.
- Pruebas de imagen: la ecografía y la tomografía computarizada proporcionan imágenes detalladas para confirmar la inflamación.
Tratamiento
- Apendicectomía: extirpación quirúrgica del apéndice inflamado. La apendicectomía abierta implica una pequeña incisión, mientras que la apendicectomía laparoscópica utiliza pequeñas incisiones y herramientas especializadas para una recuperación más rápida.
- Atención posquirúrgica: la recuperación implica el manejo del dolor, el cuidado de las heridas y la reintroducción gradual de alimentos sólidos.
Complicaciones y Riesgos
- Peritonitis: la rotura del apéndice puede provocar inflamación del revestimiento abdominal.
- Formación de abscesos: la infección puede provocar la formación de abscesos que requieren drenaje.
- Sepsis: la infección puede propagarse y provocar sepsis, una afección potencialmente mortal.
Si experimenta síntomas de apendicitis, consulte a un profesional de la salud sin demora para garantizar el mejor resultado posible.